Dicen que murió J. Emilio, todo  el mundo en radio, en tv lo llora, lo recuerda. J. Emilio recibió muchos premios, y unos dicen que muchos de esos premios los mereció desde sus primero escritos, desde sus primeros pensamientos.
J. Emilio es querido y recordado porque escribió, entre otras cosas, poesía.
Yo tengo mi J. Emilio, no es José Emilio. Mi J. Emilio es Jorge Emilio. Mereció todos los premios desde su único pensamiento que podría llamarse poesía.
Lo lloraron pocos, su vida fué muy breve, no le alcanzó más que para una poesía, muchas sonrisas y muchas lágrimas.
El mundo de mi J. Emilio fué pequeño, como pequeño fué él. No fué un gran mundo como el de J. Emilio el famoso.
Yo estuve en el mundo de Jorge Emilio, mi Emilio. ME duele que su vida fuera tan corta, y me dolería mucho si no me doliera.
No entiendo porque no quieren que me duela. ¿será porque es desagradable ver el dolor en alguien más?
¿será porque el dolor de mi J. Emilio no es el de J. Emilio el famoso? Que J. Emilio el famoso merece todo el dolor famoso y mi J. Emilio solo merece olvido y nada de dolor?
A veces cuento los días para estar cerca de mi Emilio, en la muerte, en el olvido. Busco esos mundos donde mi J. Emilio tuvo mas espacio, un poco mas de tiempo, un poco mas de vida, un poco mas  como para que en su muerte nadie me dijera que debo de recordar a mi J. Emilio sin dolor.

CRO